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Historia del
concepto de Ficción
El concepto de mímesis
Artículo principal: Mímesis
El concepto de
ficción en la tradición occidental está muy ligado al concepto de mímesis,
desarrollado en la Grecia clásica, en las
obras de Platón (quien consideraba
a las obras poéticas como imitaciones de los objetos reales, que a su vez eran
imitaciones de las ideas puras) y sobre todo en la Poética de Aristóteles, en la que el
concepto de mímesis juega un papel esencial. Para Aristóteles, todas las obras
literarias copian a la realidad, de acuerdo con el principio de la verosimilitud; lo que
diferencia a la literatura de la historia es que ésta copia
las cosas que han sucedido, y aquélla las que podrían suceder.
Es necesario
insistir que Aristóteles no dice que la
literatura deba ser la imitación del mundo real, sino la imitación "de las
acciones de los hombres". Esta diferencia es la que permite que lo verosímil
irreal tenga cabida en la literatura. Paul
Ricoeur ha subdividido el concepto de
mímesis aristotélico en tres fases:
Mímesis 1: el proceso de configuración
del texto y la disposición de la trama por parte del autor.
Mímesis 2: la
propia configuración del texto, que puede responder o no al mundo exterior.
Mímesis 3: la reconfiguración del mundo del texto que debe realizar el
lector o espectador.
La relación con la catarsisArtículo principal: Catarsis
La Poética de Aristóteles también
introduce otro concepto muy relacionado con lo anterior: el de catarsis. La tragedia, al imitar
acciones de personajes buenos que caen en desgracia, logra la implicación emocional del espectador, quien a través
de la compasión y el miedo se purifica
interiormente. Dicha reacción emocional tiene su base en la suspensión del
juicio de realidad con respecto a la acción trágica: alguien muy consciente de
la irrealidad de la obra no podría empatizar .
Frente a esta concepción de la
literatura como catarsis, algunos autores
contemporáneos, en especial Bertolt Brecht han
propuesto la anulación de la implicación emocional, a través de un
"teatro épico", una de
cuyas características es acentuar la irrealidad de la representación, exagerando
la distancia entre ficción y realidad. De esta forma,
Brecht quería lograr que los espectadores realizasen un juicio crítico y racional de la acción, en
vez de una implicación emocional e irracional.
Lo verosímil en el
Renacimiento Las teorías aristotélicas de la
ficción fueron recuperadas durante el Renacimiento, aunque en
muchos casos fueron malinterpretadas o sesgadas. Así por ejemplo, el concepto de
mímesis como "imitación de las acciones de los hombres" fue traducida por Francesco Robortello, en
un sentido más amplio pero que resultó reductor a posteriori, como "imitaciones
de objetos". Esto supuso que autores posteriores reinterpretasen ese sintagma
como "imitación de mundo real", reduciendo así lo imitable a lo real, en vez de
lo verosímil, como pretendía el propio Aristóteles.
Paradójicamente, la Edad
Media había tendido justamente a lo contrario: a borrar los límites de lo real,
lo irreal o incluso lo inverosimil. Las vidas de santos o los libros de caballerías eran
sólo dos ejemplos en los que lo real y lo irreal aparecían mezclados e
indivisibles para los lectores de la época. Los eruditos de la época atacaron
fuertemente esta confusión, en especial en el caso de los libros de caballerías; Miguel de Cervantes, autor
muy consciente de los límites del concepto de verosimilitud, también
tuvo como primer objetivo al redactar el Quijote el ridiculizar al
género de los libros de caballerías por
sus exageraciones y sus absurdos, los cuales sin embargo eran considerados muy
reales por sus lectores.
La literatura moderna: El pacto ficcional Elementos
narratológicos de la Ficción Artículo principal: Narratología
Aunque
"Ficción" y "Narración" no son términos sinónimos (ya que no toda ficción es
narrativa, ni toda narración es ficticia), la narración sí es el modo
predominante de introducirse en mundos de ficción. De ahí que exista lo que se
conoce como "pannarrativismo", consistente en la aplicación (a veces excesiva)
de las herramientas de análisis narrativo, tradicionalmente desarrolladas en el
campo de la crítica literaria, a cualquiera de las formas en las que puede
manifestarse la ficción: el cine, el teatro, la televisión, los cómics, los videojuegos...
La narratología o estudio de
la narración, desarrollado fundamentalmente por las corrientes estructuralistas a lo
largo del siglo
XX, se centra principalmente en cuatro
de los elementos constitutivos de la narración: el narrador, los personajes, el tiempo y el espacio.
El
narradorEs la entidad que narra la
historia. Puede ser: - Primera persona(yo): cuando el narrador presencia los
hechos que ocurren en la historia. Generalmente, es el protagonista de la
historia. - Tercera persona(él/ella): cuando el narrador relata los hechos que
le ocurrieron a un personaje de la
historia.
Los personajesLos personajes de una narración tienen
características que los definen y los hacen distintos a otros, pueden ser
personajes animales,cosas,estos tienen características de personas (pueden
hablar,pensar,reir,etc..)
El tiempo[En un texto narrativo indica el
momento en que sucede cada uno de los acontecimientos,pero también señala la
duración de esos acontecimientos . (al amanecer,durante la fiesta etc..)
El
espacioEs el lugar físico en el que se
desarrollan los acontecimientos (playa,campo,monte,etc..) O el ambiente en el
que transcurre la vida de los personajes (ambiente de
alegría,tranquilidad,etc..)
Acercamientos a la Semántica de la FicciónEl pacto ficcional
Uno de los mayores problemas que
plantea la ficción desde el punto de vista de la semántica, es decir, del
significado, es el de cómo los lectores o consumidores de ficción podemos no
sólo aceptarla pese a su evidente falsedad, sino además realizar juicios acerca
de la verdad o falsedad de enunciados ficcionales.
La Teoría de los mundos
posiblesLa Teoría de los mundos posibles,
desarrollada principalmente por Lubomir Dolezel e
introducida en España por Tomás Albaladejo realiza
un acercamiento semántico al hecho
ficcional, es decir, a través de su significado y no de su forma externa (como
hacía, principalmente, la narratología). Basándose en planteamientos apuntados
por autores como Leibniz, la teoría de los
mundos posibles sostiene que toda ficción crea un mundo semánticamente distinto
al mundo real, creado específicamente por cada texto de ficción y al que sólo se
puede acceder precisamente a través de dicho texto. Así, una obra de ficción
puede alterar o eliminar algunas de las leyes físicas imperantes en el mundo
real (como sucede en la ciencia ficción o en la novela fantástica), o bien
conservarlas y construir un mundo cercano -si no idéntico- al real (como sucede
en la novela realista.
Esta
aproximación semántica a la ficción tiene la ventaja de explicar, además, cómo
es posible realizar juicios de verdad o falsedad acerca de afirmaciones
ficcionales: serían verdaderos aquellos enunciados que cumplen con las reglas
propias del mundo posible creado por la ficción (ej: "Los robots no pueden dañar al ser
humano" en las novelas de Isaac Asimov); son falsos
aquellos que las infringen (ej: "Los hobbits tienen alas" en El Señor de los Anillos).
Secundariamente, la "Teoría de los Mundos posibles" también
es útil para explicar los argumentos establecidos en las fanfictions, en el que los
autores de determinada fandom interiorizan las
reglas de ese "mundo posible" en concreto y, conservándolas o modificándolas a
su vez, crean nuevas ficciones dentro del mismo mundo posible.
Géneros de
ficción Por extensiónPor temática
Fantástico:
Cuento de hadas,
Novela de caballerías,
Terror gótico,
Ciencia ficción,
Terror moderno,
Fantasía heroica.
Novela romántica.
Novela de detectives, Novela
negra, Novela de espías.
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